La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre una nueva epidemia: la miopía, que podría afectar a la mitad de la población mundial para el año 2050. Este aumento es especialmente preocupante en la miopía alta, que puede causar enfermedades graves, incluidas cataratas prematuras, glaucoma, desprendimiento de retina y, en los peores casos, ceguera.
El aumento de casos de miopía, que se ha triplicado desde los años noventa, está vinculado no solo a factores genéticos, sino también al estilo de vida moderno, que ha reducido el tiempo que las personas pasan al aire libre. Expertos, como Miguel Ángel Sánchez Tena y Cristina Álvarez Peregrina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), advierten que los niños de hoy son cada vez más miopes y que, si no se toman medidas, este problema se agravará.
El estilo de vida moderno y la miopía
Uno de los principales factores que contribuyen al aumento de la miopía es el tiempo limitado que los niños pasan al aire libre. Estudios recientes muestran que dedicar una hora al día a actividades al aire libre puede reducir el riesgo de miopía en un 45%. La luz natural y la capacidad de enfocar a distancias variadas parecen ser claves en este proceso. La falta de exposición al aire libre, sumada al aumento del tiempo frente a pantallas, empeora la situación.
Prevenir la miopía desde la infancia
La intervención temprana es crucial. Se recomienda que los niños sigan la regla 20-20-20: cada 20 minutos de uso de pantallas, mirar algo a unos 6 metros de distancia durante 20 segundos. Además, existen tratamientos como gafas y lentillas multifocales, y terapias como la ortoqueratología o gotas de atropina, que ayudan a frenar la progresión de la miopía.
El problema se ha convertido en una preocupación global, especialmente en países como China, Corea del Sur y Japón, donde las tasas de miopía en jóvenes son alarmantes. A medida que más niños desarrollan miopía desde edades tempranas, el riesgo de enfermedades oculares graves aumenta, lo que podría tener un impacto en la calidad de vida y la productividad laboral en el futuro.
La miopía es una epidemia silenciosa que se está propagando rápidamente. Afortunadamente, la prevención es posible. Si se toman medidas ahora, como fomentar actividades al aire libre y limitar el tiempo frente a pantallas, es posible reducir significativamente el riesgo de que futuras generaciones sufran los efectos devastadores de la miopía alta.
Fuente: ABC
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