El expresidente boliviano Evo Morales anunció este martes que no desistirá de su intención de participar en las elecciones presidenciales de agosto, pese a que quedó fuera del proceso tras fracasar su intento de inscribirse como candidato de un partido sin personería jurídica.
“Ha habido una persecución a los partidos que quieren ir conmigo… La batalla no está perdida, vamos a dar batalla social y batalla legal. Vamos a ir a las movilizaciones”, declaró Morales en una entrevista telefónica con radio Panamericana.
Aunque no ha aparecido en público desde octubre, su delegada Wilma Alanoca acudió al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para registrar su candidatura, pero no logró ingresar al edificio. El plazo de inscripción venció a la medianoche del lunes.
La sede del tribunal en La Paz estaba resguardada por policías ante el anuncio de posibles protestas de seguidores de Morales, aunque hasta el momento no se habían registrado manifestaciones.
Frente a este escenario, Morales llamó a un “gran reencuentro nacional” e invitó a “todos los que creen en una Bolivia con justicia social, con participación amplia y sincera” a defender el “Proceso de Cambio que nació del pueblo y para el pueblo”.
Tribunal Electoral confirma su exclusión
El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi, confirmó el martes que Morales “está fuera de esta contienda electoral” al no contar con un partido político vigente. Por su parte, Francisco Vargas, también vocal del tribunal, indicó que el expresidente podría apelar ante el Tribunal Constitucional, aunque sus magistrados ya anunciaron que no admitirán acciones que retrasen los comicios.
Vargas advirtió desde su cuenta de X que se está “poniendo en riesgo el sistema democrático” mediante acciones legales que buscan afectar el curso normal de las elecciones.
Morales insiste y denuncia complot
A pesar de un fallo constitucional que le impide buscar la reelección, Morales (2006–2019) insiste en postularse. Acusó al presidente Luis Arce, su sucesor y antiguo aliado, de orquestar un complot judicial para excluirlo del proceso.
Las autoridades han advertido que podrían detener a Morales si abandona el Chapare, su bastión cocalero, donde permanece desde que la fiscalía ordenó su arresto por negarse a declarar en un caso por presunto abuso de una menor.
División interna y crisis del MAS
Arce renunció a la reelección tras una fuerte caída en su popularidad, en medio de la peor crisis económica en 40 años. Apoyó como candidato a su exministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ya inscrito por el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que ha gobernado por casi dos décadas.
La feroz pugna entre Morales y Arce por el control del MAS ha debilitado la hegemonía del partido, que por primera vez en 19 años no parte como favorito para ganar las elecciones.
Por: Tfp
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