La economía de Estados Unidos se contrajo con mayor fuerza al inicio del año, superando las estimaciones previas, en medio de crecientes preocupaciones por los aranceles.
El Producto Interno Bruto (PIB), principal indicador de la actividad económica, registró una caída anualizada del 0,5 % entre enero y marzo, según informó este jueves el Departamento de Comercio en su tercera y definitiva revisión, esta cifra representa un retroceso más pronunciado que el 0,2% estimado previamente en la segunda evaluación.
Los datos se conocieron tras un aumento de las importaciones impulsado por los aranceles generalizados impuestos por el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca, en enero de este año.
Las empresas acumularon productos para intentar anticiparse a los gravámenes de Trump dirigidos a la mayoría de sus socios comerciales, especialmente a los productos de China.
La actualización publicada este jueves reflejó principalmente una revisión a la baja en el gasto de los consumidores y en las exportaciones, según indicó el Departamento de Comercio, estos factores fueron parcialmente compensados por un ajuste también a la baja en las importaciones, precisó la entidad.
Aunque el presidente Donald Trump ha suspendido o aplazado algunas de sus medidas comerciales más estrictas en medio de negociaciones en curso, se aproxima la fecha límite de julio para la aplicación de aranceles más elevados a numerosas economías, lo que incrementa la incertidumbre en el panorama económico.
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