Rusia ejecutó durante la noche uno de sus ataques aéreos más masivos del año contra Ucrania, con el lanzamiento de 574 drones y 40 misiles balísticos y de crucero, informó este jueves la Fuerza Aérea ucraniana.
El bombardeo golpeó principalmente las regiones occidentales del país, donde se cree que se concentra el transporte y almacenamiento de la ayuda militar enviada por los aliados occidentales. Según las autoridades, al menos una persona murió y 15 resultaron heridas.
El ataque fue el tercero más grande de 2025 en número de drones y el octavo en misiles, de acuerdo con cifras oficiales. Aunque Moscú asegura haber golpeado objetivos del complejo militar-industrial ucraniano, la mayoría de estos ataques han alcanzado zonas civiles.
En Leópolis, una ciudad cercana a la frontera con Hungría, murieron una persona y tres resultaron heridas cuando los misiles dañaron 26 edificios residenciales, un jardín de infancia y varias oficinas administrativas, según el jefe regional, Maksym Kozytskyi. La Fiscalía local precisó que tres misiles de crucero portaban municiones de racimo.
Además, una planta electrónica estadounidense de la compañía Flex, una de las mayores inversiones de EE.UU. en Ucrania, fue alcanzada. De los 600 trabajadores que se encontraban en el turno nocturno, seis resultaron heridos, informó la Cámara de Comercio Estadounidense en Ucrania.
«El mensaje está claro: Rusia no busca la paz. Está atacando negocios estadounidenses en Ucrania, humillando a las empresas estadounidenses», declaró su presidente, Andy Hunder.
Contexto diplomático
El ataque coincidió con un renovado esfuerzo internacional para alcanzar un acuerdo de paz tras tres años de guerra. La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump se reunió en Alaska con Vladímir Putin, y días después recibió en la Casa Blanca al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y a líderes europeos.
Desde esas reuniones, Rusia ha lanzado casi 1.000 drones y misiles de largo alcance contra Ucrania. Kiev y sus aliados europeos acusan a Putin de prolongar la guerra y rechazar propuestas como un alto el fuego o una reunión bilateral con Zelenski.
El presidente ucraniano condenó el ataque afirmando que se realizó «como si nada estuviera cambiando en absoluto». También instó a la comunidad internacional a reforzar las sanciones y los aranceles contra Moscú.
Próximas negociaciones
Zelenski adelantó que en los próximos diez días espera definiciones sobre las garantías de seguridad que están dispuestos a ofrecer los aliados de Ucrania. Con base en esas discusiones, dijo estar listo para una reunión directa con Putin, la primera desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022.
El mandatario no descartó un formato trilateral que incluya a Trump, y mencionó a Suiza, Austria y Turquía como posibles sedes.
Mientras tanto, Ucrania mantiene sus ataques con drones de largo alcance contra refinerías y otras infraestructuras en territorio ruso, lo que ha elevado los precios mayoristas de la gasolina en Rusia a máximos históricos.
Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier acuerdo de seguridad sin la participación de Moscú «no funcionará».
AP
No hay comentarios:
Publicar un comentario